En 2005, la Honda hypersport fue lanzada en una versión limitada con los colores del patrocinador de la marca en los Grandes Premios: Repsol. Para todos los fans de la RCV211 y de Doohan, Rossi, Hayden y otros campeones, estuvo disponible esta versión para el modelo 2007. La moto en sí no recibió ninguna modificación en particular, se trata de la estética. La CBR 1000RR ya tiene un aspecto que no pasa desapercibido.
Repsol YPF es un grupo petrolero español. Se convirtió en el patrocinador más famoso del mayor fabricante de motos y ha acompañado las victorias de los más grandes campeones al más alto nivel de competición. Eso es todo. Tan mítico que cualquier persona, ya sea un aficionado a MotoGP o un simple motorista, puede reconocer la equipación Repsol a cientos de metros de distancia.
Doohan, Pedrosa, Hayden… tantos campeones montados en la moto Repsol GP, pero es sin duda Valentino Rossi quien más ha hecho por popularizar estos colores que ahora se asocian a la leyenda, señala el concesionario de motos segunda mano Málaga Crestanevada. El aspecto de la RCV 211 es simplemente un modelo de la CBR 1000RR, que ya se inspira en sus líneas. Por supuesto, el carenado completo está cubierto, así como el depósito y las llantas. El logotipo de la marca aparece en los laterales de la moto, pero también de forma más discreta en la cabeza de la horquilla y en la carrocería trasera.
La versión 2007 ofrece una versión más agresiva de la decoración. Las suaves líneas del logotipo se sustituyen ahora por llamas, lo que acentúa el carácter ardiente del último modelo 1000RR. Los colores son los mismos, un naranja bicolor dominante y un púrpura metálico oscuro que da un bonito reflejo a la luz, y una franja blanca que atraviesa el lateral y termina en el extremo de la carcasa trasera.
Mientras que la versión clásica juega con el contraste con un cuadro y un basculante negros, la serie Repsol se mantiene fiel a la versión Grand Prix con sus elementos en gris aluminio. Ni que decir tiene que el conjunto no deja indiferente a nadie, algunos aficionados estarán orgullosos de desfilar con su bella máquina, otros encontrarán ridícula tanta extravagancia.
Lo que es una pena es que, de ser una edición limitada, la marca alada podría haberla hecho aún mejor. No faltan elementos de competición en la 1000RR y esta hermosa máquina podría haber integrado algunos de ellos. Esto es lo que hizo Yamaha con su sublime serie R1 SP1, que más allá de la particularidad estética, integró elementos como la horquilla Ölhins, el marco reelaborado, las llantas de aluminio forjado y el carbono aquí y allá. Pero al menos tiene la ventaja de ser sólo 500 euros menos que la serie clásica, lo que permite degustar el GP a un coste menor.