Una técnica de limpieza especialmente sostenible y que ahorra recursos se utiliza por primera vez en el área de producción exterior de la planta de BMW en Landshut. Snowcleaning es el nombre del proceso en el que los componentes de plástico se limpian con nieve de CO2 antes de pintarlos y con cuya ayuda el consumo anual de agua de la planta puede reducirse en 4.000 metros cúbicos (¡!).
Cada día laborable se fabrican en Landshut unas 12.000 piezas de plástico, como parachoques, faldones laterales y alerones, que luego hay que pintar. Esto suma unos 12 millones de piezas al año, que deben limpiarse de partículas de polvo, restos de aceite y suciedad antes de pintarlas para evitar inclusiones de pintura y garantizar así una calidad óptima de la pintura.
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Hasta ahora, para esta limpieza inevitable se utilizaban sistemas de lavado químico en húmedo, lo que también ocurría en Landshut hasta hace poco. El nuevo sistema de limpieza de nieve funciona con 15 boquillas que pulverizan CO2 líquido sobre los componentes. Éste se ha enfriado previamente a -70° Celsius, por lo que se ha solidificado en cristales de hielo y puede eliminar así toda la suciedad de los componentes. Por cierto, el CO2 utilizado es un residuo de la producción de fertilizantes.
Además del ahorro de 4.000 metros cúbicos de agua, también se reduce considerablemente el consumo de energía del proceso de limpieza, de modo que la fábrica puede ahorrar aquí una aportación de seis cifras de euros al año. Pero aún hay más ventajas: La nueva cabina de limpieza requiere mucho menos espacio que el antiguo túnel de lavado, necesita menos costes de mantenimiento y, por tanto, es más productiva. Hay una última ventaja en cuanto a la calidad de la pintura, porque el nuevo proceso es «seco», lo que significa que los residuos de agua ya no pueden tener un efecto negativo en el trabajo de pintura.