No, en el Palacio del Elíseo no sólo está el coche o los coches del Presidente en ejercicio. Todo un mundo desconocido de coches vive en una pequeña parte de la casa del Jefe del Estado.
Los coches del Elíseo, una tradición muy antigua. Fue Raymond Poincaré, en 1913, el primer presidente que decidió utilizar un verdadero coche oficial, detalla el concesionario de coches de segunda mano Granada Crestanevada. Para la anécdota, él mismo eligió el modelo de un coupé Panhard et Levassor, el famoso fabricante francés de la época. Ya es un ejemplo de la elección de la compra tricolor. Otros modelos marcarán los espíritus y permanecerán en la memoria colectiva.
ALGUNOS COCHES DE CULTO BAJO LA QUINTA (REPÚBLICA):
En primer lugar, el DS Citroën del general DE GAULLE, que según él le salvó la vida junto a su conductor durante el atentado de Petit Clamart. El Citroën SM de Georges POMPIDOU, su sucesor. El Peugeot 604 de VGE. El Renault 25 y el Safrane de François MITTERRAND. Los Citroën CX y C6 de Jacques CHIRAC. El Renault Vel Satis y el Citroën C6 de Nicolas SARKOZY. El DS5 y el C6 de François Hollande. Finalmente el DS7 Crossback de Emmanuel MACRON.
Como puedes ver, sólo marcas francesas porque sería inapropiado que el primero de los franceses condujera un coche «extranjero».
EL PARQUE AUTOMOVILÍSTICO DEL ELISEO
Además de los coches del Presidente, la flota de vehículos del Elíseo consta de unos 80 coches. Una veintena de ellos están asignados personalmente al personal del primer círculo. Los otros son compartidos. Cada persona tiene acceso a ellos según sus posibilidades.
Un amplio garaje-taller bajo el Palacio permite realizar el mantenimiento y las reparaciones. Hay dos entradas al edificio. El «oficial» del lado de Marigny. La segunda, más discreta, en la Rue du Cirque. Por supuesto, todos estos vehículos repostan en el Elíseo, ya que el Palacio dispone de su propia estación de servicio. Como el ejemplo debe venir de arriba, todos estos coches funcionan con biocombustibles (30% de colza y 70% de gasóleo para los modelos diésel). Y con cada renovación, la gama se reduce para ahorrar dinero.
NUNCA SIN PROTECCIÓN
Normalmente, aparte de François HOLLANDE y sus viajes en scooter, el Jefe de Estado nunca viaja solo. Su coche oficial está rodeado de un impresionante dispositivo de seguridad. Durante los desplazamientos oficiales, el vehículo presidencial, decorado con banderas tricolores, va acompañado de motociclistas de la Guardia Republicana, coches de policía oficiales o no, y un grupo de vehículos de dos ruedas para una intervención rápida. Un verdadero «atasco», pero la seguridad del Presidente tiene este precio. 55 años después, la pesadilla de Dallas aún no ha desaparecido…